Reseñas

Scholem, Gershom: Desarrollo histórico e ideas básicas de la Cábala. Riopiedras Ediciones, Barcelona 1994, 269 págs. Grandes temas y personalidades de la Cábala. Id. 300 págs. 

Gershom Scholem (Alemania 1897-1982). Doctor en matemáticas, especialista en lenguas orientales, profesor de misticismo judío y cábala de la Universidad hebrea de Jerusalén y escritor. A lo largo de su obra, compuesta por más de quinientos títulos, testifica una investigación excepcional acerca del esoterismo hebraico, que por su rigor, amplitud y registro documental conforma una síntesis de la historia de la cábala (de alguna forma, recapitulatoria) que arranca en el Sinaí y llega hasta nuestros días. Este es el relato único que integra historia, doctrina y símbolo en cada una de sus descripciones, que aparecen muy fundamentadas y de extremo valor para la transmisión de la cábala en este tiempo.  

En la nota prólogo a la edición española, se informa: "Este libro recoge las más importantes contribuciones que G. Scholem redactara para la Encyclopaedia Judaica, trabajos que posteriormente el propio profesor revisó para la edición original de esta obra que, con el título Kabbalah, publicó en lengua inglesa y en un solo volumen la Keter Publishing House Jerusalem Ltd. en 1988". Para la edición española, traducida por J. S. B., se ha dividido en dos volúmenes: Desarrollo histórico e ideas básicas de la Cábala y Grandes temas y personalidades de la Cábala. Al final de ambos, se incluye bibliografía, índice de autores y glosario.  

El primer volumen comprende una introducción y tres secciones. La primera sección, El crecimiento histórico de la cábala, aborda las influencias y aportaciones que desde los primeros círculos del esoterismo hebraico, concurren y articulan la historia del desarrollo de la cábala hasta el siglo XX. Creemos poder apuntar que la Doctrina de la Merkabah, la Carroza Divina (imagen de un centro vivo que ensarta los planos y las direcciones del universo), fundamento doctrinal de la cábala a lo largo del primer milenio y la publicación de tres libros: Sefer Yesira, s. X, en el que aparece por primera vez utilizada la palabra sefira (que había sido misparim), el Sefer ha Bahir, s. XII, que considera a cada una de las diez sefirotllena de nombres y medidas, y el libro del Zohar, s. XIII, que recoge en sus últimas secciones el En-Sof (acuñado este mismo s. XIII) recapitulan e hilan sucesivamente la labor de las generaciones esotéricas hebraicas hasta el siglo XIII. Más tarde, cuando los judíos son expulsados de España, se instalaron en Safed, s. XVI. En el siglo XVIII importantes corrientes de cabalistas se extendieron por Europa donde desarrollaron una fuerte expansión que se entremezcló con los movimientos sociales y religiosos de la época, con las nuevas ramas de la filosofía humanista y con las órdenes iniciáticas occidentales.  

La concordancia entre revelación:

"Se llegó a aceptar generalmente que la cábala era la parte esotérica de la ley oral entregada a Moisés en el Sinaí" ("Notas generales")

y creación:

"la base principal de la actitud cabalística respecto a la Torah es, como se ha mencionado, la creencia fundamental en la correspondencia entre creación y revelación" ("La Torah y su significado")

es estudiada en numerosos textos de esta segunda sección, Las ideas de la cábala, que recoge diversos aspectos doctrinales concernientes al desarrollo simbólico de la creación. Se incluyen textos dedicados al concepto de las sefirot y a su simbolismo, a la Sèmitott (doctrina de los ciclos), al Simsum (contracción), a la ruptura de los recipientes y al Tiqqum (reintegración, restauración).

"Sin embargo todos los cabalistas están de acuerdo en que no es posible alcanzar un conocimiento religioso de Dios, ni siquiera del tipo más excelso a no ser mediante la relación de Dios con la creación. Dios en sí mismo, la Esencia Absoluta, está más allá de cualquier conocimiento especulativo e incluso extático" ("Dios y la creación").

La generalidad de la doctrina cabalística comporta fuertes influencias gnósticas y diversos desarrollos en la magia y en la oración.

"La cábala vería la oración como el ascenso del hombre a los mundos superiores, una peregrinación espiritual por los reinos de lo alto, tratando de integrarse en su estructura jerárquica y de contribuir a su modo a la restauración de lo que había quedado dañado en ellos" ("Oración, kawwanah, meditación").  

En la tercera sección, Influencias de la cábala y su investigación, se detallan aspectos de las relaciones que han mantenido cábala y judaísmo a lo largo del tiempo, que han sido interpretadas de muy diversa forma por los investigadores (ver "Influencia de la cábala en el judaísmo"). A continuación y bajo el título "La cábala cristiana", el profesor Scholem presenta una breve referencia doctrinal y el índice de diversos autores que testificaron entre los siglos XV y XVIII la cábala cristiana, escuela entroncada en la tradición hermética, que auspiciada por el Círculo de Florencia fue impulsada por Pico de la Mirándola (1463-1494) y desarrollada posteriormente entre otros por J. Reuchlin (1455-1522), C. Agrippa (1486-1535), F. Giorgio de Venecia (1460-1541), R. Fludd (1574-1637), J. Boehme (1650) y A. Kircher (1680). La tradición hermético-cristiana es vivificada en el siglo XVI a través de la simbólica alquímica que reaparece mediado el siglo XVIII en la Masonería y llega hasta nuestros días. A la cábala cristiana le dedica el profesor Scholem una breve reseña.  

Desde el punto de vista hermético, la tradición reúne y vivifica las influencias gnósticas que impregnaron desde las primeras fuentes tanto el desarrollo de las ideas de la cábala como las del esoterismo cristiano. Si para la gnosis egipcia (doctrina de los eones) y para el neoplatonismo y pitagorismo de ascendencia órfica, la revelación de la cábala supone una influencia "original" de la misma cosmogonía, la cábala cristiana aparece como su realización humana arquetípica y en ello como la definición de un proceso unánime: gnosis, cábala, hermetismo, que en sus fuentes expresa una cosmogonía geométrica, una revelación "no humana" y a través del esoterismo cristiano la realización divina de la misma en el hombre. Aunque la obra del profesor Scholem estudia e investiga la historia y el desarrollo del esoterismo hebraico.  

El segundo tomo se titula Grandes temas y personalidades de la CábalaGrandes temas de la cábala incide en muchos de los aspectos históricos y doctrinales expuestos en el primer tomo a los que añade nuevas consideraciones. Asimismo incluye varios textos dedicados a la vertiente mágico-teúrgica del esoterismo hebraico y al mundo de la escatología, adivinación y demonología cabalística, cuestiones estas que resultaron muy polémicas siempre en el tiempo en que se desarrollaron, y que forman parte de las relaciones judaísmo-cábala de difícil entente en numerosas ocasiones. Se incluye igualmente el estudio específico de algunos símbolos fundamentales y se repasan numerosos aspectos cabalísticos de la angeología, de la magia y de la contemplación. La segunda parte se titula: Grandes personalidades de la cábala. Desde Azriel de Girona, s. XIII, hasta Josué Heshel Soref, Polonia, s. XVIII, el profesor Scholem estudia a través de la biografía de dieciséis autores, la labor de diversos movimientos y escuelas que se dieron entre estos siglos. La cábala comporta una historia sagrada de múltiples ramificaciones, que por el carácter especulativo congénito a su doctrina, engendra una trama de aportaciones y desviaciones que incluso en esta contradicción aparecen entremezcladas. El profesor Scholem realiza una investigación que sintetiza y recapitula sin añadidos ni supuestos personales, buena parte de la historia y de la doctrina del esoterismo hebraico. Se ha reprochado a su obra, creemos que atropelladamente, el comportar un punto de vista excesivamente académico, cuando es esta no identificación ni opinión particularizada del profesor, la que le otorga la ecuanimidad imprescindible para afrontar la labor que procura, que integra una transcripción simbólica de extremo valor.

Antonio Casanovas

(Revista SYMBOLOS Nº 11-12, 1996, 'Tradición Hermética' p. 426)