Reseñas

Castaneda, Carlos: La Rueda del Tiempo. Los Chamanes del antiguo México y sus pensamientos acerca de la vida, la muerte y el universo. Gaia eds, 2008. 21x14, 314 págs.

El chamanismo es un viaje de regreso. Un guerrero regresa victorioso al espíritu tras haber descendido al infierno. Y del infierno regresa con trofeos. La comprensión es uno de esos trofeos.

Podríamos haber comenzado esta reseña con cualquier otra cita del libro, pues todas son igual de contundentes; este libro es precisamente eso, además, un libro de citas, pero también una guía y un plano para aquel que busca el conocimiento, o que quiere comprender, y quiere además recorrer el peligroso camino que conduce a él; peligroso porque en el se arriesga la vida, en él no hay concesiones y cuando las hay significan el fin y que el aspirante ha sido derrotado.

No hay más que una Tradición Unica expresada de distintas formas y revestida de diferentes ropajes; la que expone Carlos Castaneda es la tradición chamánica del Antiguo México cuyo arquetipo es el guerrero y más exactamente el chaman guerrero.

A través de ocho capítulos desgrana citas de otros tantos libros suyos, publicados en su momento, acompañados cada uno con un comentario del propio autor en los que explica cuál era el estado de animo ó mejor, el "ambiente" en el que fueron seleccionadas y escritas. 

Borrar la historia personal, abandonar el sentido de la importancia personal, superar el miedo -los miedos-, detener el diálogo interno, aprender a ver, no aferrarse a nada..., conceptos conocidos y repetidos por las enseñanzas iniciáticas de todas las tradiciones –pues de iniciación se trata–, dichas con un lenguaje u otro, pero siempre idénticas en el fondo.

Para los lectores de Castaneda y para quienes conocen su obra este libro será una síntesis de las enseñanzas contenidas en sus anteriores obras; para quienes no lo conocían supondrá una agradable sorpresa, y para todos sin lugar a dudas, las páginas de la Rueda del Tiempo guardan un rico tesoro de experiencias y enseñanzas capaces de promover fecundas meditaciones.

No quisiéramos terminar la reseña sin reproducir la siguiente cita: 

"Nadie nace guerrero, como nadie nace hombre corriente. Somos nosotros quienes nos hacemos lo uno o lo otro." 

J. Pauls