IV

A L   S O L,   L U Z   Y   V I D A

«El Sol, que es Osiris, Dioniso, Horus, Apolo y el Rey; gobierna el día y la noche; crea los vientos y las lluvias; dirige los cambios de las estaciones; el soberano Rey de las estrellas, y el fuego inmortal».
Cornelio Agrippa, Filosofía Oculta, cap. LIX.


Lárnax de Filipo II de Macedonia con un sol de oro.
Lárnax de Filipo II de Macedonia
Museo Arqueológico de Vergina, Grecia, s. IV a. C.

«En efecto, o bien contemplamos la substancia, o bien las fuerzas del Sol. En su substancia contemplamos su esencia, su vida y su inteligencia; por costumbre, denominamos Cielo a su esencia, Rea a su vida y Saturno a su inteligencia. Si, después de la substancia, contemplamos las fuerzas del Sol, entonces nombraremos Júpiter y Juno a su fecundidad, Apolo y Minerva a su luz, y Venus y Baco a su calor. Además, ya los Antiguos representaban a Febo y a Baco, quienes mucho más que el resto reinan en el Sol, como siempre jóvenes, ya que si alguien supiera acoger para su provecho y ajustar a su medida la luz y el calor del Sol con la absoluta pureza y propiedad con la que existen allá, de esto obtendría la juventud perpetua o al menos cumpliría ciento veinte años solares» (…)

«Por lo demás, aunque el Sol dista muchísimo del Autor del mundo, sin embargo, parece que todas las cosas celestes están sometidas por voluntad divina al único Sol, ya que es rector y medida del cielo».
Marsilio Ficino, Sobre el Sol. Bonilla Artigas Eds., México 2013.


Sol en el techo de una capilla en Bordón, Teruel.

Bordón (Teruel)

«La espiral como salida del plano es la posibilidad por excelencia, o aún mejor, la efectivización de la Posibilidad universal. La espiral ascendente y la descendente constituyen la polaridad de la doble espiral y pueden llamarse evolutiva e involutiva. El ascenso celeste y el descenso a los infiernos, considerando en este caso a la mitad inferior de la figura como el plano de la tierra y del hombre. En esta circunstancia y en el ser humano el punto de inflexión de ambas espirales es el ombligo (omphalos) imagen central de su figura». (Federico González Frías, Diccionario de Símbolos y Temas Misteriosos. Ed. Libros del Innombrable, Zaragoza 2013).

Apolo y Dioniso se dan la mano delante de una palmera.Cerámica griega, s. VI-V a. C.
Apolo y Dioniso
Cerámica griega, s. VI-V a. C.

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Vivir en Ti

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Apolo, Délfico Adivino

1. Profecía - 2. Apolo

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