Reseñas

Aponte, José: Oficio y Realización Espiritual. Bases para un replanteamiento del oficio de dibujar. (Tesis doctoral). Barcelona. 

Hemos tenido la oportunidad, por amabilidad del autor, de leer este trabajo que en forma de tesis es una propuesta al medio universitario acerca de la original naturaleza espiritual del oficio y la aplicación de lo que de ello se deriva a la labor u oficio de dibujar. 

La tesis está dividida en dos partes: tras el preámbulo que contiene los capítulos "La verdadera dimensión del hombre", "Aprendiendo de otras culturas" y "Una nueva conciencia", el grueso de la obra se reparte en "Simbolismo tradicional" y "En busca del Sí-Mismo". Se incluye finalmente como apéndice una selección de textos de "Física y Metafísica de la Pintura", de Louis Cattiaux. 

Podría reprocharse al autor que la cantidad y extensión de las citas constituyan prácticamente la mayor parte del texto; se piensa también que quizá se ha querido hacer llegar esa evidencia testimonial al medio al que va dirigida. Con ello, la voz del autor queda más bien en muchas ocasiones como guía y presentador en este viaje por las concepciones tradicionales, y por algunos postulados de la psicología transpersonal, no siempre tan netos por cierto como las anteriores. Pensamos que podría haber dicho más por su parte sin temor a disminuir la claridad de la exposición, y hacer oír más su propia voz, que es también una manera de establecer un puente entre lo conocido y lo desconocido; si la asimilación, que corresponde en la respiración a la fase intermedia entre la aspiración y expiración (según nos dice Guénon), es asunto que concierne a cada cual, por nuestra parte esperamos y animamos a algún otro trabajo en este orden al que fue también el autor de aquel bello número de la revista Ajoblanco dedicado a la Magia, caracterizado por cierto por su serenidad y su poética nada "literaria". 

El autor comienza mostrando que el mal del mundo moderno, su insuficiencia y su enfermedad proceden de que se ha olvidado que el hombre no está formado sólo por cuerpo y alma sino por espíritu, alma y cuerpo y ese error u olvido producto de la decadencia y afincado en el dualismo cartesiano es el que ha llevado posteriormente a identificar al alma como un producto de la evolución (igual que al cuerpo) la que a su vez, en sus límites más estrechos, no será sino una psiqué más o menos "compleja" o "refinada" a la que hay que dar cierto confort o satisfacción de sus deseos, que, como siempre persiguen algo que está fuera de ella misma no encuentran jamás satisfacción. 

Retomando entonces la concepción tradicional del Universo y el hombre se expone la analogía de macrocosmos y microcosmos, en los tres mundos que conforman la cosmogonía y que son la manifestación de un Principio único que excede las relatividades o la insuficiencia que constituye la manifestación de ambos considerados en ellos mismos. 

Sigue una exposición del simbolismo tradicional que consta de aquellos elementos, que, entre los símbolos fundamentales, hablan de la relación de esos tres mundos y de la posibilidad del pasaje o comunicación entre ellos, de la relación de inmanencia y trascendencia, o del doble punto de vista: de lo manifestado a lo inmanifestado y a la inversa, relación que configura propiamente la naturaleza del símbolo en su papel de vehículo intermediario. 

De ello, de esa exposición misma, que es verdaderamente ilustrativa y constituye en sí la forma en la que se expresa la enseñanza tradicional, se extrae ya lo que constituye verdaderamente el oficio, en tanto que reiteración, en las dimensiones humanas, o el tiempo y espacio humanos, de un modelo prototípico, manifestación de un arquetipo o de una Palabra o Verbo principal, manifestación que al sintetizar ese tiempo y espacio humanos, puede ponerlos en comunicación, a través de su propio centro, de la integridad de su síntesis y de la realidad de que el propio hombre es símbolo, con aquellos principios que se trata de conocer efectivamente, hasta el punto de que pueda darse la identidad. 


Caligrafía china: Ideograma que significa emperador
Caligrafía china
Ideograma que significa emperador

La segunda parte quiere ser un principio de propuesta sobre el método y en ella hay que distinguir dos partes: una, la llamada que se hace a las "nuevas" psicologías en tanto que puedan explicar, o se cree que puedan explicar a su vez cierta constitución de la psiqué, hasta cierto punto ilustrativa también en cuanto al método a seguir; y otra que es tal vez la más clara, que es el ejemplo de la caligrafía y pintura japonesas, dentro de lo que es la vía del zen, las que se ven como un gesto ritual, a la vez como una disciplina, y también como una expresión de otro estado del ser, así como un soporte en el que se apoya el que invoca aquel nacimiento a una identidad otra.  

Tal vez podrían haberse ampliado los contenidos simbólicos implícitos en el rito particular descrito, tal como se aprecia en la traducción del término Kantan Kaiki, el cual designa el momento preciso en el que, después de la preparación ritual, el pincel se halla elevado antes de descender sobre el papel. Este término significa: "...la 'prístina existencia'. Kantan se refiere al estado anterior a la separación del cielo y la tierra, antes de que hubiera diferenciación entre esencia y existencia. Kantan Kaiki es el 'lugar' de donde emergen todas las cosas, la morada de 'la persona sin rango pero verdadera'." Con ello ya se ve de alguna manera que esos ritos, como otros del extremo oriente, son también la expresión, la memoria actuante de una previa -o simultánea- enseñanza cosmogónica y metafísica (es decir no sólo una disciplina más o menos rigurosa) que tiene todos los elementos necesarios de una vía espiritual y por lo tanto permite que todos los aspectos del ser, que el ser entero, participe de ella con toda su "memoria, inteligencia y voluntad". 

La elección de las citas (de R. Guénon, M. Eliade, Luc Benoist, Jean Hani, T. Suzuki, etc.) así como su clara ilustración por grabados tanto orientales como occidentales, es en cierto sentido inmejorable. Después de la visión ad intra y ad extra de la constitución y relación de mutua correspondencia de macro y microcosmos, los capítulos de simbolismo constructivo, simbolismo de la escalera, de la montaña y la caverna, el templo emparentado con la montaña, y el templo y el hombre (donde se ve que éste y aquél son una realidad análoga, que tiene un único centro) constituyen de por sí la síntesis de una enseñanza simbólica, la expresión de una realidad a la que se va de retorno. 

En este sentido, sea cual sea el modo en que sea recibida esta tesis, considerar que puede constituir la presentación de un legado tradicional para aquellos alumnos que tengan una verdadera vocación artística o una sensibilidad con respecto a la armonía y el equilibrio necesario del mundo, y del ser humano incluido en éles observarla como la posibilidad de la entrega, o por lo menos la indicación de un tesoro impagable que puede abrirle a muchos una puerta a partir de la cual no tendrán sino que seguir según la necesidad de la belleza y de la inteligencia les vaya revelando, lo que sin duda se reflejará en la totalidad de sus vidas.

J. M. Río 

(Revista SYMBOLOS Nº 3, 1992, p. 172)