El Teatro de la Memoria de Federico González Frías (*)Mª Ángeles Díaz
El teatro es un arte practicado por todas las tradiciones que lo han considerado un acto sagrado ligado a la Enseñanza iniciática, siendo ésta una forma de conectar con otros espacios de la conciencia y vivir distintas posibilidades de uno mismo.
Federico nos recuerda que René Guénon, en su estudio sobre el simbolismo del Teatro, ya nos contaba que los auto-sacramentales medievales forman parte de ese teatro sagrado y que esa simbólica es siempre equiparada a la vida especialmente si ésta se visualiza como un teatro de títeres donde todos estamos en manos de un gran titiritero.
Pero, como Federico sintetiza, "la cuestión es cómo ser uno su propio titiritero, manejar su vida, ser el cochero y no el animal que sólo pone la tracción de modo inconsciente".
El teatro sagrado es siempre un medio de transformación tanto para el actor como para el que sigue la obra, pues el mundo y la vida humana, se muestran en el escenario que es el altar, el lugar de sacrificio, donde las ilusiones nacen y mueren en una actuación sempiterna, …pues el espectáculo no acaba nunca sino que a veces toma visos de comedia y otras de tragedia,
…es decir que a veces se nos presenta bajo la máscara de Talía, y otras de Melpómene.
Nuevamente, en palabras de Federico: "El mundo entero es un gran teatro donde se produce la ilusión de la existencia de los personajes, por eso su emulación es una forma indicadísima de la labor iniciática donde se conjugan la memorización de los textos (una forma del Arte de la Memoria) junto con la comprensión del personaje y lo que éste dice, su situación y movimiento en el espacio teatral, el tono de la voz, sus gestos, etc., a lo que debe agregarse los ensayos, el estreno y la suma que resulta de todo ello que abre en la conciencia mundos siempre renovados que mantienen perennemente vírgenes a quienes se prestan para ello y que mueren y nacen con cada personaje, al que actualizan de modo permanente en la representación. (…)
Y sigue: "El teatro ha sido siempre una representación de la vida. En el Teatro sagrado chino, japonés y balinés se manifiesta la cosmogonía, la intervención de los dioses y sus andanzas como es el caso también de los hindúes".
"En cuanto al Occidente judeo-cristiano y greco-romano al que pertenecemos –igual que en las Tradiciones Precolombinas– el teatro además tiene orígenes sagrados y en él se suelen representar no sólo las aventuras de sus dioses, sino también la de sus héroes y guerreros unánimemente presentes en todas las culturas, asimismo con formas ligadas a la danza, por lo que ésta y la música se presentan como entrañablemente unidas y conjugadas en el teatro que las acoge".
"Con frecuencia el teatro es asociado a la irrealidad de la existencia, visto así por los propios autores teatrales; igualmente la vida como un sueño, o la realidad en la que acreditamos como el gran Teatro del Mundo según Calderón de la Barca. Shakespeare tampoco es una excepción al pretender que la vida está hecha de la misma materia de los sueños, o que es la narración de un idiota lleno de furia y confusión".
"En todo caso siempre hay algo paródico y hasta por ello grotesco en cada representación, lo que puede ser sublimado por los actores en la catarsis que acompaña a la actuación, a veces en los insospechados medios en que se expresa la Posibilidad Universal, la que por definición es indefinida".
Y finaliza Federico diciendo: "Por nuestra parte queremos insistir en esta posibilidad vinculada con la magia y aún con la teúrgia. Generosa madre, el teatro nos brinda la activación de la memoria original sobre todo aquello que hemos olvidado, que no podemos recordar, y consolida paradójicamente nuestro núcleo central al que se llega en este caso, por la anamnesis, la 'reminiscencia' y también, como ya sabemos, por otras tantas vías tradicionales."
Hoy queremos recordar unas frases pronunciadas por Federico respecto del teatro de la Memoria, que son potentes ideas-fuerza en las que meditar conservando la frescura de la inspiración directa. Va por ti, Federico, siempre has estado, estás y estarás presente: –El Teatro de la Memoria es también recordar el futuro. –El Teatro de la Memoria es vivir en un mundo otro. –Recuérdate. –Sin la memoria nada somos. –No somos la memoria de desmemoriados. –La esperanza es un fruto de la memoria. –La memoria es la esperanza del último refugio y a la vez de la imperecedera certeza. –El único mandamiento es no mandar. –Cada quien debe hacer su papel desde dentro y si no sale volver al espejo y repetirlo. –Al acabar la función uno deja el personaje.
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Notas
[(*) Texto perteneciente al homenaje in memoriam realizado por colaboradores, alumnos y amigos: « CELEBRANDO LA MEMORIA DE NUESTRO DIRECTOR Y FUNDADOR: FEDERICO GONZALEZ (1933-2014) », publicado en la Revista SYMBOLOS: Arte - Cultura - Gnosis en noviembre 2015, en que se cumplía el primer aniversario del fallecimiento y el 81º del nacimiento de su fundador y director (11/11/1933 - 9/11/2014), fundador asimismo de los Centros de Estudios Simbólicos de Barcelona y Zaragoza y de la compañía teatral La Colegiata. No hallándose ya en la web de la revista se publica aquí con el permiso expreso de su autor.]