VENUS VIVE

Centéotl, Dios del Maíz
Dios del Maíz (maya)

MARÍA WIECHERS, IN MEMORIAM

Queremos recordar en estas líneas a María Wiechers (1948-2011), quien fuera miembro activo del Centro de Estudios Simbólicos de México. Su presencia nos acompaña, así como su amor por el Símbolo y por el Arte, plasmado en ese bello libro que es El Tarot de Marsella para Colorear. (1) Y especialmente en sus dibujos de códices  mesoamericanos. A ella debemos en parte, y desde aquí se lo agradecemos, la incursión en el Mundo Precolombino.

Amor, es quien une los hilos en la trama y urdimbre de la vida, en ese despliegue cósmico en que participamos, encontrándonos y separándonos para reencontrarnos nuevamente. La danza no tiene fin y nuestra querida amiga sigue presente en los corazones de todos aquellos que la amamos y recordamos.

“Alfonso Caso ha señalado especialmente la creación de la ciudad celeste, precediendo a la terrestre, evidente en varias culturas de México. En ese sentido, esta ciudad celeste se encuentra habitada por los antecesores míticos, sus ancestros, los cuales constituyen una genealogía de nombres presentes, por ejemplo, en ciertos códices mesoamericanos. Estas 'genealogías' no son estrictamente históricas en el sentido limitado y exclusivamente político que hoy le otorgamos al término. Son míticas y simbólicas, aunque no tienen por qué contraponerse con la historia. Estos nombres 'genealógicos' se hallan empapados de un sentido numérico, lingüístico, astronómico, mágico, rítmico y cíclico, etc. Actualmente los grupos Triquis, comunidad cerrada y tradicional de Oaxaca veneran a sus antepasados, a su 'linaje', al que entroncan directamente con la ciudad celeste, u otro mundo donde viven, venerándolos especialmente el día de los difuntos cristianos. La ciudad celeste es un espacio distinto, un país que coexiste con el nuestro, una patria de cuerpo espiritual en donde habitan los dioses, y los difuntos. Una realidad impalpable que ya conocían los egipcios:  

"¿Ignoras, oh tú Asclepio, que Egipto es la imagen del cielo y la proyección en este mundo de todo el ordenamiento de las cosas celestes?" (Hermes Trismegisto, Corpus Hermeticum.

“Lo que la ciudad celeste es al simbolismo espacial, las genealogías o los antepasados lo son al temporal y ambas confluyen para cimentar la realidad y la vida tribal. Coexisten en el mundo de las Ideas platónico y conforman el arquetipo. Algunos místicos como Swedenborg nos cuentan sus experiencias en esa ciudad habitada a la que conocen perfectamente hasta en sus particularidades más triviales. Se refieren al reino de los Inmortales, llamado así por la condición de sus habitantes. Casi todas las tradiciones han sentido que son herederas en esta tierra de aquella ciudad del cielo y descendientes de sus moradores, y de allí que hayan pensado, invariablemente, que su patria constituía el centro del mundo; o sea, un lugar especialmente 'cosmizado', en donde las energías del cielo y la tierra, de los vivos y los muertos se conjugaban permitiendo el desarrollo de la vida y de esa comunidad en el tiempo.” (2)

Mª V. Espín 

Notas

(1) María Wiechers, Ed. Symbolos, Barcelona 1988.

(2) Federico González, El Simbolismo Precolombino, cap. XVIII, "Mitología y Popol Vuh". Ed. Kier, Bs. As. 2003.

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