Hypnerotomachia Poliphili
(Lucha de Amor en sueños de Polifilo)


6. ¿Hacia dónde emprendes la fuga?

Polifilo sigue en la contemplación de las bellezas de la puerta, cuando:

“…de repente veo con toda claridad alcanzar el umbral de la puerta… a un espantoso y horrible dragón que tenía una temblorosa lengua trífida vibrante… y enroscaba la larga cola con movimientos de serpiente, con grandes nudos capaces… de espantar al belicoso y acorazado Marte… Percibí que de sus fauces brotaba un aliento humeante, asqueroso y funesto, y, desconfiando de cualquier huida y de escapar del mortal peligro, sintiendo que las fuerzas abandonaban mi ánimo, invoqué temblando y aterrorizado a cada una de las divinas potencias. Y, dando media vuelta sin demora, penetré en la oscuridad y emprendí la fuga… Me encontraba, pues, en las ciegas vísceras e impracticables caminos de las cavernas sombrías y en mayor terror y mortal espanto que Mercurio cuando se convirtió en ibis y Apolo en cuervo y Diana en la avecilla oropéndola y Pan en imagen doble… y en mayores angustias que Psiquis y en peligros más trabajosos que los de Lucio convertido en asno, cuando oía el conciliábulo de los ladrones sobre su muerte… …Oh, desgraciado Polifilo, ¿a dónde vas tan perdido? ¿Hacia dónde emprendes la fuga?... ¿Qué inicua suerte y mala estrella te han conducido tan funestamente a estas espantosas oscuridades? (…) Finalmente llegué a ella (a la luz), acompañado por el favor divino y con mi enamorado pecho vigorosamente dominado por mi amadísima Polia, y bendije merecidamente a los dioses y a la complaciente Fortuna y a mi Polia de cabellos de oro.”

Llega, nuestro peregrino, a un nuevo espacio y se plantea la cuestión de si le conviene o no seguir avanzando; tras un momento de reflexión se decide a recorrerlo:

“invoqué en mi ayuda a la divina luz y a los genios prósperos, para que, guiando esta entrada mía, se hicieran presentes y acompañaran mi errante estancia de extranjero y fueran generosos conmigo en sus dominios.”

*  *  *

“Traspasar el umbral de una puerta es pasar de un espacio a otro, de la intemperie salvaje a la protección ordenada. Esto es claro en el caso del templo donde ese traslado va de lo profano o exterior, a lo sagrado o interno. Este es un símbolo fundamental de lo que significa el paso de un mundo a otro mundo, de un estado a otro, y por lo mismo vinculado directamente con la iniciación. El maestro Jesús ha dicho: Yo soy la puerta (Jn. X, 9) y también que quien por él pasa va al Padre (Jn. XIV, 6) y asimismo ha hablado de la puerta estrecha refiriéndose al proceso iniciático, lo que puede observarse en el símbolo constructivo del templo por la salida final correspondiente a la cúpula, concretamente llamada clave de bóveda. En algunas construcciones de la antigüedad como el Panteón romano, esa piedra del axis no se coloca, y se deja libre el tránsito entre lo terrestre y lo celeste. También el maestro Jesús se ha referido a esa misma puerta estrecha como al «ojo de una aguja» (recordar el simbolismo del crismón) por donde es más fácil que pase un camello que un hombre rico en egos y torpezas (lo que es muy propio del dinero). Igualmente, de manera esquemática, la puerta como el altar es una síntesis de la cosmogonía que el templo simboliza en lo volumétrico. Las esculturas de las puertas de Notre-Dame de París dan cuenta cabal de esto, así como otras instaladas en iglesias y monasterios cristianos. En la Masonería la puerta por la que se entra al templo de las iniciaciones y por donde se sale parido por las piernas de la madre logia está simbolizada por las dos columnas; la de Jakin y la de Boaz (J y B), de un simbolismo crucial en la Orden. También relacionadas con los solsticios, o sea, con sus dos fechas rituales más importantes. En el cristianismo la Natividad (uránica) se celebra el 24 de diciembre y el 24 de junio se festeja la noche de brujas (ctónica).” (Federico González Frías, Diccionario de Símbolos y Temas Misteriosos, → Puerta).

 

Nota:
– Las citas no referenciadas pertenecen a: El Sueño de Polífilo, Francisco Colonna. Ed. Acantilado, Barcelona 2008. Al cuidado de Pilar Pedraza.
– Las imágenes no referenciadas (salvo la coloreada por nosotros) están tomadas de la Biblioteca Digital Hispánica: Hypnerotomachia Poliphili, Venecia 1499.


7. Una fuente notable y admirable

Presentación