Hypnerotomachia Poliphili 7. Una fuente notable y admirable Después de llegar a la luz de que se habla en la nota anterior, que hay que ver como una salida de las tinieblas interiores en que estaba sumido nuestro protagonista, éste sigue viaje y nosotros con él. Tras atravesar la puerta: “llegué a un denso bosquecillo de castaños que crecía al pie. Sospeché que se trataba de la residencia de Pan o de Silvano, pues tenía húmedo pasto y grata sombra…” En un puente cercano se detiene ante unos jeroglíficos egipcios:
El segundo dice: Apresúrate siempre despacio. “Bajo este puente… discurría una ancha vena de clarísima agua viva que, dividiéndose, daba lugar a dos riachuelos, uno a la derecha y el otro a la izquierda”. Y continuando: “… Encontré un edificio octogonal con una fuente notable y admirable que ofreció invitación no vana y dulce a mi sed, retenida durante tanto tiempo y todavía insatisfecha y no apagada. …” En esta fuente, dedicada a la madre de todos, una
* * * Un río y una fuente, agua viva que se le ofrece al peregrino sediento. Leemos en el Diccionario de Símbolos y Temas Misteriosos de Federico González Frías → fuente: “La fuente es una representación del origen de las aguas y al mismo tiempo un lugar para que el ser humano pueda saciar su sed. Esta sed para algunas Tradiciones es el Conocimiento metafísico y se habla por ello de una peregrinación a las fuentes, que dicho de otro modo es a la esencia de las cosas, a lo que éstas son en su origen, aunque permanezcan ocultas, como se aprecia en la simple observación del movimiento de un río.” * * * Y si hay fuente pues hay ninfas. Cinco se le presentan a nuestro protagonista que las mira con temor, pensando que su condición sobrehumana iba a fundirlo como le ocurrió a Sémele en presencia de Zeus. Duda si avanzar o no y al final: “decidí exponerme al peligro y arriesgarme a lo que pudiera suceder, persuadido de que en ellas no podía encontrase la menor inhumanidad ni crueldad y sobre todo porque el inocente lleva en sí su propia protección” Las ninfas le preguntan ¿Quién eres? “ ‘Divinas ninfas, yo soy el más desgraciado e infeliz amante… Amo, y no sé dónde está aquella a la que amo tan ardientemente y deseo de todo corazón. Ignoro también dónde me hallo yo mismo. He sido conducido aquí y he llegado a través del mayor y más mortal peligro que pueda decirse.’ Y ya con tiernas lágrimas en los ojos y postrado en el suelo ante sus virginales pies, grité suspirando: ‘Suplico piedad por el Dios supremo.’ ” Le dicen las ninfas: “…por el camino que tú has recorrido pocos pueden entrar. Ante todo, da gracias a la divina potencia y a la benevolencia de tu estrella, porque has escapado de un gran peligro. Pero ahora no debes temer que te ocurra cosa alguna perturbadora y molesta… Tranquilízate y reconforta tu ánimo, ya que este,… es lugar de placer y de amor y no de dolor ni de temor alguno, porque el clima uniforme, la inalterable seguridad, el tiempo que no transcurre… nos inclinan a estar aquí en paz. … …has de saber que formamos parte del séquito de una reina ínclita e insigne, liberalísima y de amplísima generosidad, llamada Eleuterilide, piadosísima y clemente… Pon en fuga cualquier aflictiva tristeza y rehaz tu ánimo alegrándote con nosotras y, desechando todo temor, entrégate al placer.”
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![]() 8. Un baño purificador |
![]() Presentación |