Hypnerotomachia Poliphili
(Lucha de Amor en sueños de Polifilo)


7. Una fuente notable y admirable

Después de llegar a la luz de que se habla en la nota anterior, que hay que ver como una salida de las tinieblas interiores en que estaba sumido nuestro protagonista, éste sigue viaje y nosotros con él. Tras atravesar la puerta:

“llegué a un denso bosquecillo de castaños que crecía al pie. Sospeché que se trataba de la residencia de Pan o de Silvano, pues tenía húmedo pasto y grata sombra…”

En un puente cercano se detiene ante unos jeroglíficos egipcios:

 

 

El segundo dice: Apresúrate siempre despacio.

“Bajo este puente… discurría una ancha vena de clarísima agua viva que, dividiéndose, daba lugar a dos riachuelos, uno a la derecha y el otro a la izquierda”.

Y continuando:

“… Encontré un edificio octogonal con una fuente notable y admirable que ofreció invitación no vana y dulce a mi sed, retenida durante tanto tiempo y todavía insatisfecha y no apagada. …”

En esta fuente, dedicada a la madre de todos, una

“... bellísima ninfa yacía durmiendo… Por los pezones de sus pechos (como si fueran pequeños caños) brotaban sendos hilos de agua: fresquísima del derecho e hirviendo del izquierdo. Los dos caían en un vaso de pórfido… El chorro hirviendo brotaba tan alto, que no era obstáculo para quien quería beber del fresco chupando el pecho derecho... Las aguas caían luego mezcladas y juntas en un reguero o canalillo y, templadas una con otra, hacían germinar toda la verdura. … Un frondoso madroño de hojas perennes aparecía detrás de su cabeza, … A sus pies había un sátiro conmovido por la lascivia y la comezón, plantado sobre sus patas de cabra, … Su figura era entre caprina y humana. Pensé que el habilísimo artífice había tenido presente la Idea de su naturaleza y la había plasmado con suma destreza al realizarlo. … Entre la fronda del árbol y el sátiro estaban sentados dos satirillos niños, uno con un vaso en las manos y el otro con las suyas envueltas en dos serpientes enroscadas. … Bajo esta admirable escultura, en la parte plana entre las golas… vi incisas estas palabras misteriosas: A LA MADRE DE TODOS. No sabría expresar si lo que allí me arrastraba era la larga y áspera sed padecida desde hacia tanto tiempo o la belleza del instrumento que se me ofrecía para apagarla, cuya frialdad me indicó que era realmente de piedra.”

*  *  *

Un río y una fuente, agua viva que se le ofrece al peregrino sediento. Leemos en el Diccionario de Símbolos y Temas Misteriosos de Federico González Frías → fuente:

“La fuente es una representación del origen de las aguas y al mismo tiempo un lugar para que el ser humano pueda saciar su sed. Esta sed para algunas Tradiciones es el Conocimiento metafísico y se habla por ello de una peregrinación a las fuentes, que dicho de otro modo es a la esencia de las cosas, a lo que éstas son en su origen, aunque permanezcan ocultas, como se aprecia en la simple observación del movimiento de un río.”

*  *  *

Y si hay fuente pues hay ninfas. Cinco se le presentan a nuestro protagonista que las mira con temor, pensando que su condición sobrehumana iba a fundirlo como le ocurrió a Sémele en presencia de Zeus. Duda si avanzar o no y al final:

“decidí exponerme al peligro y arriesgarme a lo que pudiera suceder, persuadido de que en ellas no podía encontrase la menor inhumanidad ni crueldad y sobre todo porque el inocente lleva en sí su propia protección”

Las ninfas le preguntan ¿Quién eres?

“ ‘Divinas ninfas, yo soy el más desgraciado e infeliz amante… Amo, y no sé dónde está aquella a la que amo tan ardientemente y deseo de todo corazón. Ignoro también dónde me hallo yo mismo. He sido conducido aquí y he llegado a través del mayor y más mortal peligro que pueda decirse.’ Y ya con tiernas lágrimas en los ojos y postrado en el suelo ante sus virginales pies, grité suspirando: ‘Suplico piedad por el Dios supremo.’ ”

Le dicen las ninfas:

“…por el camino que tú has recorrido pocos pueden entrar. Ante todo, da gracias a la divina potencia y a la benevolencia de tu estrella, porque has escapado de un gran peligro. Pero ahora no debes temer que te ocurra cosa alguna perturbadora y molesta… Tranquilízate y reconforta tu ánimo, ya que este,… es lugar de placer y de amor y no de dolor ni de temor alguno, porque el clima uniforme, la inalterable seguridad, el tiempo que no transcurre… nos inclinan a estar aquí en paz. … …has de saber que formamos parte del séquito de una reina ínclita e insigne, liberalísima y de amplísima generosidad, llamada Eleuterilide, piadosísima y clemente… Pon en fuga cualquier aflictiva tristeza y rehaz tu ánimo alegrándote con nosotras y, desechando todo temor, entrégate al placer.”

 

Nota:
– Las citas no referenciadas pertenecen a: El Sueño de Polífilo, Francisco Colonna. Ed. Acantilado, Barcelona 2008. Al cuidado de Pilar Pedraza.
– Las imágenes no referenciadas (salvo la coloreada por nosotros) están tomadas de la Biblioteca Digital Hispánica: Hypnerotomachia Poliphili, Venecia 1499.


8. Un baño purificador

Presentación