Hormigas y elefantes. Lo grande se empequeñece y lo pequeño se hace enorme.
HYPNEROTOMACHIA POLIPHILI
(Lucha de Amor en sueños de Polífilo)
- Selección Mª. V. Espín -
Indice
  Presentación
00. Una Salida olvidada
01. El Hilo de Ariadna
02. Canto de Sirenas
03. Pirámide y Obelisco
04. Trabajo y Talento
05. A Zeus que lleva la égida
06. ‘¿Hacia dónde emprendes la fuga?’
07. ‘Una fuente notable y admirable’
08. Un Baño purificador
09. Un Banquete sin igual
10. ‘Medium tenuere beati’
   A Las Ninfas
11. ¿Será Polia? se pregunta Polifilo
12. ‘Polifilo, ven conmigo sin temor ni vacilación’
13. “Polia, la Beatriz de Colonna”
14. Triunfos de Júpiter I, Europa
14. Triunfos de Júpiter II, Leda
14. Triunfos de Júpiter III, Dánae
14. Triunfos de Júpiter IV, 1. Sémele
14. Triunfos de Júpiter IV, 2. Dioniso
15. Coros divinos
16. ‘Cualquier fatiga disminuye donde arde el amor’
17.1 ‘Venus, la que produce la vida’
17.2 ‘Que la divina Citerea escuche tu ruego’
18. Oración y sacrificio a Venus
   Himnos de Proclo
19. ‘Consagrado a los dioses Manes. Cementerio dedicado a los desgraciados cadáveres de los que enloquecieron de amor.’
20. ‘Libres y sin freno, navegamos alegremente’
21. Navegando en la barca de Cupido llegamos a Citera
22. Triunfo de Amor
23. La Fuente de Venus
24. El Túmulo de Adonis
   Dedicatoria
   
  Adenda:
Presencia de Hypnerotomachia Poliphili en:
- Universidad de Salamanca.
- Diccionario de Símbolos y Temas Misteriosos.
Sobre Hypnerotomachia Poliphili I
Sobre Hypnerotomachia Poliphili II
Sobre Hypnerotomachia Poliphili III
*

GUIA BIBLIOGRAFICA
DEL ESOTERISMO
*
 

Hypnerotomachia Poliphili
(Lucha de Amor en sueños de Polifilo)


14. Triunfos de Júpiter IV, 2. Dioniso

Siguiendo con el cuarto Triunfo, se describe ahora una tablilla referente al hijo de Sémele y sus misterios:

“Aparecía esculpido un festivo y alegre numen con semblante de lasciva muchacha, coronado por dos largas serpientes que se entremezclaban, una blanca y la otra negra, anudadas en vivaces espirales. Descansaba él voluptuosamente bajo una fecunda vid que formaba como una pérgola, sobre la que saltaban, con cara risueña, algunos bellísimos amorcillos desnudos, que cortaban los pendientes y pesados racimos maduros: unos se apresuraban a ofrecérselos al divino numen en los cestos y él, al darse cuenta, los recibía plácidamente; otros yacían boca arriba en el suelo verde, dulcemente amodorrados por el zumo de las uvas; otros hacían diligentemente el trabajo del vinoso otoño; otros tocaban graciosamente los tensos panderos y canturreaban. Fuera del vaso descrito crecía una frondosa vid de oro con los pámpanos rizados, adornada con racimos cuyos granos eran de amatista roja india. Su follaje era de la santa selenita verde de Persia, no sujeta a los movimientos lunares y agradable a Cupido, protectora del que la lleva; y daba sombra al carro.”


“Cerca de este triunfo divino marchaban con gran respeto, pompa y veneración, infinitas ninfas Ménades con los cabellos al viento, algunas desnudas, con ninfales velos resbalando de sus hombros, otras vestidas de pieles de gamo de diversos colores, y no había entre ellas ningún hombre. Tocando címbalos y flautas, vociferando y danzando como en las fiestas trietéricas, celebraban las orgías sagradas llevando tirsos con hojas de pino y de vid atadas a la piña. Seguía inmediatamente al triunfo el viejo Sileno, montado en el asno. Luego, tras ese jinete, era conducido festivamente, adornado de pompa sacrificial, un hirsuto macho cabrío, acompañado por una ninfa que llevaba una criba de uvas. Este cuarto triunfo iba seguido y honrado por los mimallones, sátiros, bacantes, leneas, tíades, náyades, títires y ninfas, que se reían desordenadamente hacían gestos furiosos y corrían, exclamando a gritos, con rito santo y antiquísimo:

¡Evohé, Baco!” (1)

*

“Estamos dormidos y tan sólo debemos despertar y encarnar la vida. Dejarnos ir a su ritmo habiendo destruido previamente todo aprendizaje, cualquier interpretación o descripción.” (Noche de Brujas, Federico González).

*

XXX. A DIONISO. Olorosa resina de incienso

Invoco al atronador Dioniso, que lanza su ritual grito, primigenio, de dual naturaleza, engendrado tres veces, so­berano transportado por los delirios báquicos. Agreste, ine­fable, obscuro, provisto de dos cuernos, biforme, cubierto de yedra, de faz taurina, belicoso, que se celebra con gri­tos de júbilo, sagrado; que se complace en la carne cruda, de trienales festividades, adornado con racimos de uva y revestido de tiernas ramas, Eubuleo, prudente, engendrado por la secreta unión de Perséfone y Zeus, deidad inmortal. Escucha, afortunado, mi voz, danos tu aprobación, suave y benévolo, con un corazón propicio, acompañado de tus nodrizas de bella cintura. (Himnos Órficos, trad. M. Periago Lorente. Ed. Gredos).


Notas

(1) Grito de aliento de Júpiter a Baco durante la Gigantomaquia.

*

– Las citas no referenciadas pertenecen a: El Sueño de Polífilo, Francisco Colonna. Ed. Acantilado, Barcelona 2008. Al cuidado de Pilar Pedraza.
– Las imágenes no referenciadas (salvo la coloreada por nosotros) están tomadas de la Biblioteca Digital Hispánica: Hypnerotomachia Poliphili, Venecia 1499.


15. Coros divinos

Presentación