Hypnerotomachia Poliphili
(Lucha de Amor en sueños de Polifilo)


14. Triunfos de Júpiter I, Europa

Nuestro protagonista sigue viaje con Polia, quien ahora le muestra los admirables triunfos

“en honor del supremo Júpiter, todos hechos de diversas piedras y de preciosísimas joyas, muy venerados por la multitud de felices jóvenes.”

El primero de ellos está dedicado a los amores de Zeus y Europa. Dos tablillas ilustran el famoso rapto:

 

En la derecha

“vi figurada una ninfa noble y egregia que, junto con muchas compañeras de su edad, coronaba en un prado a los toros victoriosos con muchas guirnaldas de flores; y uno, acercándose a ella, se le ofrecía con particular mansedumbre.”

“En la izquierda se veía que la misma ninfa había montado sobre el manso y blanco toro y que él se la llevaba, atemorizada, por el mar embravecido.”

En otras dos bellas tablillas el autor nos muestra como todos, incluidos los dioses, somos blanco de las flechas de Eros.

“En el frente anterior del carro vi a Cupido con una innumerable caterva de gente de ambos sexos, todos heridos, que se admiraban de que el niño disparara su arco hacia el alto Olimpo. En la parte posterior vi a Marte ante el trono del gran Júpiter, lamentándose de que el niño hubiera atravesado su impenetrable coraza; y el benigno señor le mostraba su propio pecho herido con la otra mano, extendiendo el brazo sostenía el siguiente letrero: NADIE.”

“El carro era muy celebrado por el coro de jóvenes, que saltaban a su alrededor dando repentinas y armoniosas vueltas y solemnes palmadas, con los vestidos ceñidos por cintas que revoloteaban, alabando amorosamente con extremado júbilo, melodiosas voces y cantos la causa santa y el divino misterio.”

Siguiendo con el mito: en Creta, Europa tuvo tres hijos de Zeus: Minos, Sarpedón y Radamantis, el primero de ellos fue rey de la isla y de su nombre toma la civilización minoica el suyo. (1)

Fue padre de Ariadna (‘la más pura’) quien ayudó a Teseo en su aventura por el laberinto para matar al minotauro. Gracias al hilo que ella le entregó el héroe pudo salir de allí. Se dice que el minotauro era hijo de Pasífae, esposa de Minos, y de un toro blanco regalo de Poseidón al rey cretense. Ariadna huyó con Teseo y más tarde él la abandonó en una isla. Así tuvo que ser, pues ella estaba destinada a Dioniso, el más puro y lujurioso, el más blanco y más negro, dual por naturaleza. (ambos esposos en la imagen bajo la vid).
Mª Ángeles Díaz en su libro Viaje Mágico-Hermético a Andros dedica un capítulo a estas nupcias: “Las Bodas alquímicas de Dionisos y Ariadna”.

Terminamos la nota con esta bella pintura de Rembrandt:

Rapto de Europa, 1632. Paul Getty Museum, Los Angeles.

Notas

(1) Minos, tras su muerte pasó a ser uno de los tres Jueces de los Muertos, junto con su hermano Radamantis y su hermanastro Éaco.

*

– Las citas no referenciadas pertenecen a: El Sueño de Polífilo, Francisco Colonna. Ed. Acantilado, Barcelona 2008. Al cuidado de Pilar Pedraza.


15. Triunfos de Júpiter II, Leda

Presentación