Hypnerotomachia Poliphili
(Lucha de Amor en sueños de Polifilo)


16. “Cualquier fatiga disminuye donde arde el amor”

“La ninfa, tras haber explicado diestramente a su Polifilo los misterios triunfales y el amor divino, le invita a proseguir el camino, por el que ve con gran placer otras innumerables ninfas solazándose con mil entretenimientos con sus gratísimos amantes por entre las flores, las frescas sombras, los claros arroyos y las limpísimas fuentes. Polifilo, muy alterado por el amor, enloquecía, pero, temperándose con la esperanza, se tranquilizó, contemplando el dulce rostro de su bella ninfa.”

Polifilo:

“Ay de mí, pues ¿qué corazón sería tan frígido que no se encendiera rápidamente al ver en su presencia tan reales y deliciosos actos de amor igual y recíproco?... Por eso me atreveré a decir una tontería: que las almas de los condenados no padecen otro tormento que la envidia que tienen de estos, que viven eternamente felices en placeres y triunfos, con gran deleite, sin cansancio alguno de las cosas presentes ni hastío de ellas. Por lo cual, encendido mi corazón y ardiendo de extrema dulzura, mi alma enamorada salía hasta mi balbuciente boca y, con la mente fija en los deliciosos placeres y viendo aquellos estrechos besos y los abundante galardones del alado Cupido, me pareció sentir en aquellos instantes el tránsito del alma encendida y su emigración a los extremos y últimos términos de la felicidad.”

Citamos ahora del Diccionario de Símbolos y Temas Misteriosos, de Federico González Frías, de las entradas:

- Ciudad celeste:

“De más está decir que la ciudad celeste es un lugar real y tangible, aunque la frase se utilice en un tiempo otro y en un espacio de dimensión imposible geométricamente. Es decir, que no es computable ni visible sino al ojo del corazón, y en donde viven los ancestros. Allí la pasamos a nuestras anchas, podemos leer a gusto todos los libros, pasearnos desnudos entre innumerables hembras cuya función consistiría en embellecer a un solo pubis, guardián de lo arquetípico, que se nos abre poderoso. Tal cual comparan al más allá en varios esoterismos y religiones. Es la constante conjunción de opuestos la que alegra el corazón y dispara la mente hacia lo que No Es y no será por siempre jamás.


Cor iesu amanti sacrum. A. Wieric, s. XVI

Ser un habitante de esta ciudad es un privilegio del que muy pocos gozan, pero a lo largo del tiempo suman miles y aún decenas de miles quienes la conocen. Es la mejor nave para navegar el cielo de lo siempre presente, es el antro de las ninfas, o sea, la caverna del corazón. Una exquisita fragancia acompaña a estos seres que intentan comunicarse con el exterior en vano, pese a que se da la paradoja de que para ellos todo es posible.”

- Beso:

“El beso siempre ha sido un vínculo de entrega a lo que se besa, así sea este vínculo humano, a una comunidad religiosa, o iniciática, es decir, en este último caso a una comunidad de adeptos como es el ejemplo del cristianismo primitivo. También los pies de las esculturas en los altares, o imágenes, al igual que en el Oriente, son besados para constituirse en un puente hacia la energía espiritual que se expresa a través de determinada persona, o audición, etc., es decir, de una supuesta teofanía. En la actualidad los besos se han desacralizado y sólo existen como elementos de la erótica dejándose de lado la idea de compromiso o verdadera filiación. El beso pues, es un transmisor del espíritu de la vida y en ese sentido también está relacionado con el aliento vital, tal cual los egipcios parecen haberlo visto.”

- Beso de la Muerte:

“Ósculo que produce el arrebato del alma hacia su cúspide intelectual-espiritual.”

- Amor:

“Fusión de los seres en todos los planos. Totalidad. La atracción que se despierta entre ambos sexos es tal cual el magnetismo de la piedra imán y de otra energía inversa que se le corresponde simultáneamente. → Gravedad, La Fuerza de
2. Amor divino. La más alta posibilidad del amor. La esencia del magnetismo. La vuelta al origen, por antonomasia.”


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Nota

– Las citas no referenciadas pertenecen a: El Sueño de Polífilo, Francisco Colonna. Ed. Acantilado, Barcelona 2008. Al cuidado de Pilar Pedraza.
– Las imágenes no referenciadas (salvo la coloreada por nosotros) están tomadas de la Biblioteca Digital Hispánica: Hypnerotomachia Poliphili, Venecia 1499.


17.1 “Venus, la que produce la vida”

Presentación